8 Febrero 3304, 9:30am.

   Me han llevado a una sala con una mesa dos sillas enfrentadas y un espejo enorme en la pared, una clásica sala de interrogatorios ¿me pregunto quien estará detrás? me duele la cabeza y el cuello pero no tengo moratones ni marcas de agujas, es todo muy raro.


- Buenos días Comandante, soy el Doctor Brauer ¿Qué tal nos encontramos hoy?

- Pues me duele la cabeza ¿Cuando me van a soltar? Voy a tratar de sonsacar a este "medicucho" para ver que sabe.

- Precisamente de eso quería hablarle, la reputación de la Princesa Aisling es algo que nos preocupa y nos atañe, por lo que cada piloto que solicita servir bajo su mando tiene que realizar varios test con los que hacemos un perfil psicológico de la persona.

- ¿Un test, a mi no me habéis hecho ninguno? Solamente me habéis metido en una celda y habéis tratado de drogarme.

- Ya, me temo que hemos cometido un terrible error, el archivo de su ficha se corrompió y cuando los técnicos recuperaron el archivo contenía errores y el código de nivel de peligrosidad estaba cambiado y marcaba altamente peligroso. Por lo que se han llevado a cabo los protocolos de seguridad.


- Claro, eso explica lo del trato carcelario ¿y la idea de reeducar? Levanto un poco la voz mostrando mi desacuerdo. El doctor parece incomodo.

- Si eso forma parte de protocolo de pilotos agresivos, llevamos a cabo varios proyectos para concienciar y sensibilizar a los pilotos que los actos violentos producen resultados violentos. Pero “reeducación” no es el término más apropiado. El doctor suelta una sonrisa nerviosa.

- Entonces ¿Qué hacemos ahora? ¿puedo irme? Alzo las manos en señal de paz. A mi la Princesa Aisling Duval me sigue cayendo muy bien y no tengo ningún problema en seguir sirviendo después de esto. ¿Algún problema Doctor? Trato de parecer lo más convincente posible.

- ¡Ninguno! simplemente firme esa declaración, básicamente dice que ha sido informado de los errores y que nos exime de cualquier responsabilidad. El doctor me pasa una hoja que no dudo en firmar.

   Nos damos un fuerte apretón de manos mientras pienso: “Je je je no habéis podido conmigo”.

   “Pobre hombre, espero que cuando su cerebro colapse no vaya pilotando y produzca víctimas civiles”. Piensa el Doctor Brauer mientras da un fuerte apretón.