RESUMEN:”Para conseguir los escudos prismáticos imperiales llevo una semana realizando misiones en las inmediaciones del sistema Cubeo”.
Vuelvo a las oficinas de Prismatic Imperium y me atiende una tal Winnie Reid que ha de tener más categoría que la que me atendió la ultima vez. El despacho aunque se encuentra en la otra ala de la oficina parece el mismo.
- ¿Está preparado para comenzar la formación? Winnie me acerca un contrato y un bolígrafo con el emblema de Prismatic Imperium. ¡ah! y no se olvide de darnos sus datos bancarios para la trasferencia del dinero.
Empiezo a pensar que bajo la capa de antimilitarismo, no violencia y vida sana, la "princesita" y su seguidores también se mueven por el vil metal. - De acuerdo pero antes tengo que atracar bien mi nave.
- No se preocupe por su nave, la guardaremos nosotros en nuestros hangares privados y le pasaremos el cargo por el alquiler.
Firmó la hoja, le doy las gracias a Winnie por todo y me preparo para el viaje en una Beluga que va vacía hasta la base planetaria de Metcalf Keep. Espero que pase la azafata para pedirle una copa.
La azafata resulta ser una mujer de dos metros con fisionomía de levantadora de pesas y un traje de control de prisioneros. Este hecho sin importancia empieza a ponerme un poco nervioso. Me levanto y la miro, la azafata aun me saca una cabeza.
- Disculpe ¿Van a servir algo durante el trayecto hasta Metcalf Keep? Porque me apetece un trago.
- Siéntese en su asiento y no se levante hasta que lleguemos al Centro de re-educación.
- ¿Centro de re-educación? ¿me han dicho que íbamos a un curso de formación?
- Cuando lleguemos a la Prisión de Lubbock le van a reeducar para servir como debe ser a nuestra gloriosa princesa, ¡así que no se resista!
Empiezo a pensar que conseguir los escudos prismático no ha sido una buena idea. - ¡Que no me resista, no sabes quien soy yo…….!. Caigo redondo en mi asiento tras esquivar una llave de Kunkey-wan, lanzar una contra llave y recibir un golpe en la cabeza que no esperaba por parte de otra azafata que estaba a mi espalda.
6 Febrero 3304, 3:30pm.
El eminente doctor Karl Dierchtmiz termina su almuerzo en su despacho cuando llaman a la puerta.
- ¡Perdone Doctor! No quería molestarle, vuelvo más tarde. John Francis Brauer, un joven investigador del Centro de Re-educación de Lubbock, comienza a cerrar la puerta del despacho.
- No te preocupes John, acabo de terminar, ¿que te preocupa? El doctor aparta la bandeja para que un robot asistente se lo lleve por una puerta de servicio de su tamaño.
- Verá ¿Recuerda el piloto que llegó hace un par de días de Chelomey Orbital? ¿El que nos enviaron desde Prismatic Imperium para romper su voluntad y re educarlo?
- Si, ¿ese piloto federal al que le hicieron un consejo de guerra? ¿o fue un juicio sumario?
- Ya, no quedo muy claro. El tema es que tras varios días resistiéndose y luchando negándose a comer o beber para que no le droguemos. Al final hemos introducido los sedantes en el sistema de ventilación y hemos podido hacerle las pruebas necesarias. Mire doctor.
John le muestra en una pantalla de mano dos gráficos. - En el gráfico de la derecha tenemos el registro de las ondas cerebrales de un paciente de hace varios meses, a la izquierda las ondas del piloto federal. si se fija en el gráfico del piloto entre las ondas gamma y beta hay mucha actividad para estar profundamente sedado.
- El cerebro como bien sabes es moldeable y se adapta. ¿Es posible que años de combates por el espacio hayan desarrollado un constante estado de alerta?.
- Si pero he mirado otros registros de pilotos espaciales y no he encontrado ondas parecidas. Además si se fija se produce un extraño latido entre las ondas theta y alpha cada dos minutos. Los dos científicos observan los gráficos durante diez minutos.
El Doctor Dierchtmiz se frota los ojos y dice lentamente - Efectivamente John, algo le pasa a ese cerebro. También he observado cierta disincronía entre ondas que tu no has observado. Creo que alguien ya ha estado jugando con este cerebro, lo han usado y tirado como un juguete roto.
- Pero Doctor ¿Si clonamos al sujeto, estos daños no deberían desaparecer?.
- Los procesos de clonación regeneran los tejidos dañados, pero las neuronas las mantiene iguales para mantener el aprendizaje que nos hace humanos, los recuerdos y experiencias del sujeto. La degeneración neuronal se solventa mediante el uso de células madre neurales que “aprenden” y se transforman reemplazando a las desaparecidas. Si clonamos y regeneramos las neuronas en su totalidad tendríamos un cuerpo nuevo con una mente vacía.
- Entonces ¿Cómo explica este comportamiento neuronal?
- En mis cincuenta años de carrera no había visto nunca un gráfico así, es como si en algún proceso de clonado se hubiesen mezclado recuerdos de varios sujetos o de varios momentos distintos, la máquina no ha detectado el fallo y desde entonces los siguientes procesos de clonación generan estos errores neuronales.
- ¿Pueden explicar estas anomalías lo que pasó?
- Es muy probable, el cerebro y su manipulación produce un constante debate entre detractores y favorables a su uso. Un caso como este podría producir una respuesta negativa por parte de la sociedad y la creación de leyes ínter-galácticas para la prohibición de nuestro trabajo e investigaciones. Así que quiero que borres todo los datos que tengas sobre este piloto, voy a hablar con Prismatic Imperium, con Patron`s Principles y con el gabinete de prensa de la princesa para indicarles que su plan de presentar al piloto bajo las órdenes del Aisling puede ser un rotundo fracaso.
- De acuerdo señor. pero ¿Qué hacemos con el sujeto? Brauer se prepara para tomar notas en su pantalla de mano.
- Buena pregunta; Hagámosle creer que hemos tratado de condicionar su voluntad pero que no lo hemos conseguido. Bastante tiene ya con lo que tiene encima sin él saberlo. Mejor quedar como incompetentes, que despertar la curiosidad de quien no debamos.
El Doctor Dierchtmiz vuelve a su consola y prepara la nota explicando lo que ha sucedido con el sujeto y asumiendo toda la responsabilidad de lo sucedido.
Las abarrotadas calles del mercado de antigüedades y libros del Cairo envuelven a los paseantes en un ambiente que evoca a épocas remotas de la antigüedad humana. Las pirámides, los jeroglíficos, los tesoros perdidos del siglo XIX son testigos mudos de la afición de John David Forrester por la búsqueda de reliquias de toda la Galaxia. En sus vacaciones deja su despacho en el Cuartel Federal de Marte y coge el primer correo que zarpa hacia Nuevo Cairo y luego la lanzadera que baja a la antigua ciudad. 
