RESUMEN: “Dos días extrayendo mineral en el cinturón de asteroides de Merope 2 para ayudar a Merope Sirius Minning”.
Mientras devoro una caja de pretzels y los drones recolectores silban al acercarse a la escotilla de carga. Me salta un mensaje de mis compañeros del “Escuadrón el Infinito”, desde hace algunos días, Galnet se ha llenado de comentarios sobre un artículo de dos pilotos que descubrieron en las Pléyades una estación de comunicaciones secreta, desde la cual, habían atacado y destruido a varias naves que se habían topado con señales y con las estructuras thargoides. La estación estaba fuertemente protegida por naves tripuladas por pilotos expertos. Los registros databan de varios meses antes de la creación de AEGIS.
Tras la creación de AEGIS, sus bases en la zona de las Pléyades, sus avanzadas investigaciones y los recientes ataques por parte de los thargoides, los pilotos volvieron a la base descubierta hace varios meses para comprobar que ahora es una base de la propia AEGIS. ¿Ha sido tomada por AEGIS, o AEGIS existía desde antes de su formación como una organización en la sombra que busca la guerra total contra los Thargoides?
Esto ha llamado la atención de la Comandante Maya Frey y del Comandante Volgrand que ha sido alertado por Cannon de lo que pasa. Nos envían un mensaje pidiendo voluntarios para una misión de incursión en una zona enemiga fuertemente defendida. Llevo dos días minando con “Damn Reward” en Merope 2 y la “Arrowhead” esta acondicionada para evacuación por lo que sí quiero participar tengo que pedir que traigan a Scalpel hasta aquí.
Esto ha llamado la atención de la Comandante Maya Frey y del Comandante Volgrand que ha sido alertado por Cannon de lo que pasa. Nos envían un mensaje pidiendo voluntarios para una misión de incursión en una zona enemiga fuertemente defendida. Llevo dos días minando con “Damn Reward” en Merope 2 y la “Arrowhead” esta acondicionada para evacuación por lo que sí quiero participar tengo que pedir que traigan a Scalpel hasta aquí.
La reunión del escuadrón en una sala de conferencias cedida por la Sirius Mining es una fiesta; Han, Sulaco y Soromiath hablando de su época de reclutas, Volgrand comentando los últimos descubrimientos hasta que los últimos rezagados llegan y nos ponemos serios para analizar la situación.
La estación que se encuentra en el sistema Celaeno, está protegida por varios escuadrones de Diamondbacks y Anacondas pilotadas por expertos mercenarios. No es una misión fácil así que antes nos conectamos neuronalmente a un simulador de combate cómo lo que se usan en la Armada. Configuramos nuestra naves y la dificultad de las enemigas en un entorno que según confirma Maya se parece bastante a la estación. Tras varias simulaciones en las que estamos descoordinados y destruyen a varios, terminamos coordinándonos bastante bien por lo que pasamos al combate real.
Tengo que reconocer que aunque los simuladores del Siglo XXXIX se conectan a la red neuronal del usuario y son capaces de simular cualquier cosa con un alto nivel de detalles. Aún no son capaces de simular las reacciones humanas. El simulador generó enemigos que se defendieron eligiendo un objetivo. Pero los mercenarios de AEGIS eligieron todas un mismo objetivo y en mi caso un piloto se lanzó frontal mente contra mi nave. Sin olvidar que pidieron ayuda en cuanto llegamos a la zona. Resumiendo varios pilotos en tanques de clonación y las naves que no se han destruido han quedado muy dañadas.
Una segunda reunión del escuadrón para analizar la situación, nos hace plantearnos un cambio de estrategia. Para poder a los datos que hay en la estación tenemos que acceder con mucha cautela y sigilo para esquivar a las naves que patrullan.
Una segunda reunión del escuadrón para analizar la situación, nos hace plantearnos un cambio de estrategia. Para poder a los datos que hay en la estación tenemos que acceder con mucha cautela y sigilo para esquivar a las naves que patrullan.
Con mucho cuidado accedo a la estación y tras varias vueltas, consigo acceder a los datos que muestran como desde la estación se dieron las órdenes para destruir varias naves capitales que habían descubierto por casualidad las estructuras thargoides, incluso uno de los mensajes tiene un código que indica la localización de una estructura. Todo esto es muy inquietante y sospechoso.