RESUMEN: “He llegado a Laksak y estoy a la espera de que Cheung mejore los escudos de la Damn Reward.”
Los Cheung se levantan temprano y desayunan todos juntos en el comedor. la gran familia desayuna lo mismo cada día en completo orden y armonía, en el ejército no vi tanta coordinación poniendo y quitando las mesas para hacer todos juntos algo de Tai-chi y una forma de Kunkey-Wan. Lei tras terminar sus ejercicios y secarse el sudor, por fin se acerca y me pregunta el motivo de mi visita.
- Buenos días Sak, He visto que traes tu Lakon nueva, Rah Tam me lo contó hace unos días y estaba convencido de que vendrías a verme. ¿Quieres que le mire los sensores?-
- No Lei, necesito que mejores los escudos todo lo que puedas, en la bodega tengo todo lo necesario. La Type9 no es muy rápida…-
- Obviamente no es un caballo de carreras sino una mula de carga que tendrá que soportar los picotazos de alguna avispa, ja ja ja.- Dice Lei interrumpiendo y sonriendo. - En un rato nos ponemos y entre todos lo tendrás a lo largo del día.-
- Te lo agradezco Lei.- y le hago una reverencia.
Como prometieron, los Cheung con Lei a la cabeza realizan el trabajo de manera metódica y las mejoras en los escudos son más que aceptables. Cuando vuelvo a entrar en la nave compruebo que han limpiado las partes cromadas y hay un olor a incienso que viene de algún sitio. Ahora los escudos consumen un poco más de energía, cosa que tuve en cuenta al mejorar la planta de energía y son más resistentes al calor y las explosiones.
Me despido de Lei y de su familia que aun se rien por el espectáculo que dimos anoche. La Abuela Cheung me abraza y me aprieta los mofletes en señal de cariño mientras todos ríen. Bajar a Trader’s Rest siempre es una experiencia placentera y vergonzosa a la vez.
Reviso las modificaciones que llevó hasta la fecha y compruebo que me faltan mejorar los propulsores tanto de la Scalpel como de la “Dawn Reward”. Para ello tengo que salir de la Burbuja habitada y visitar al Profesor Palin en el sistema Maia. Reviso los materiales para comprobar si tengo suficientes para los propulsores de ambas naves y según miro el mapa de navegación. Observó que HIP 12099 está cerca de la ruta que tengo que tomar para ir hasta Maia.
Cuando al fin localizó los restos de la Cobra MKI del Comandante John Jameson en el planeta HIP 12099 1 B, me sorprende que alguien lo haya encontrado en una zona deshabitada y en una pequeña luna. aterrizó junto a la zona y descubro las ofrendas que muchos pilotos han dejado, incluso hay un muñeco cabezón de los que se ponen en las cabinas de las naves. Los libros de historia antigua dicen que los primeros hombres que fueron a la Luna de la Tierra, tenían su misión tan preparada que no se pararon a pensar que eran los primeros que pisaron la Luna. El astro celeste que habían visto su abuelos, los vikingos, lo griegos en incluso los primeros hombres primitivos.
Ahora yo contemplaba la Cobra MKI, número de Registro JJ-386. Mediante la cual la INRA, inoculó el virus micoide a una nave nodriza thargoide pensando que dañarían su motores de hiperespacio pero en realidad comenzó a dañar la estructura molecular y a matar los tripulantes. Cuando Jameson se dio cuenta de lo sucedido y quiso volver descubrió que INRA había instalado un dispositivo para que su nave no regresará dejándola sin energía y haciendo que chocase destruyéndose. Gracias a su pericia, Jameson consiguió aterrizar la nave de una pieza, grabar un mensaje explicando lo sucedido y despidiéndose de su hijo. Mientras escucho la grabación la voz de Jameson hace que me quede dormido en el asiento y mi mente me muestre recuerdos de hace mucho, mucho tiempo.
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Estoy en posición de firmes en unos barracones iluminados con luz artificial. Un sargento federal se acerca alzando la voz.
- Bienvenidos a “Fisher Point” cadetes. Yo soy el Sargento instructor Marcus Oriam del Centro de instrucción federal de LHS 449 en el sector Beta Hydri y bajo supervisión de la Primera Flota de Intervención Federal. A partir de ahora no respirarán, comerán, sudarán o irán al baño sin que yo lo sepa, porque ahora yo soy la persona más importante de la Galaxia ¡ENTENDIDO!.
-¡SÍ MI SARGENTO!- gritan los cadetes al unísono.
- ¡Muy bien cadetes!. En estas instalaciones no perdemos el tiempo haciendo pilotos que corran a las faldas de su madre cuando están en peligro como hacen los imperiales. Aquí cogemos trozos de carne sin modelar como sois ahora vosotros y los convertimos en verdaderos soldados dispuestos a darlo todo por la gloriosa federación ¡ENTENDIDO!-
- ¡SI MI SARGENT…. ¿Sargento puedo hacerle una pregunta?- Un cadete alto y fibroso interrumpe a los demás.
Oriam parece fuera de sí mientras se acerca al provocador, ¡Cadete, su nombre y procedencia!-
- Me llamo William Z Hudson y soy de Nanoman Señor. ¿no le parece que su discurso y su gritos están un poco anticuados?-
- Vaya vaya, ¡tenemos a un revisionista dispuesto a darnos lecciones! Cadete Hudson ¿Instruyenos sobre cómo formar a los pilotos de la Armada Federal?. Dice Oriam con cierta ironía.
- Pues verá Sargento. Hoy en día la tecnología nos brinda la posibilidad de utilizar simuladores para formar y perfeccionar la recursos del capital humano. No olvide que la tecnolog…-
Oriam le hace una llave "Kunkey-wan" tirándole al suelo y rompiéndole la nariz.
- ¡DÉJATE DE CHORRADAS BURÓCRATA DE MIERDA!. Cuando un asqueroso imperial mate a tu familia y tus amigos, explícales lo del capital humano ese.- Orian me mira. - Tú y tu llevar al recruta Hudson a la enfermería y volver para poneros el Eva. Vamos ha hacer diez kilómetros en atmósfera cero y con la aplastante gravedad de esta roca. ¡ENTENDIDO!-
-¡SI MI SARGENTO!- gritan todos desanimados.
Cuando William Z Hudson vuelve en sí, hace una mueca de dolor. La nariz ya se la han recolocado y tiene apósitos en las fosas encharcadas de sangre, pero el punzante dolor le llega directamente a las terminaciones nerviosas de su cerebro.
- ¡Vaya presentación, amigo!. El médico nos ha dicho que has tenido mucha suerte, Oriam ha dejado incapacitados a muchos soldados por menos. Por cierto me llamo Ernest Vincent, si sobrevivimos a este entrenamiento espero volver a ver a mi mujer y a mis hijos. ¿Tienes familia?.
- Mi mujer está embarazada, si es niño queremos llamarle Zachary.- Dice Hudson con voz nasal.
- ¡Pues seguro que algún día serán camaradas! Bill.-
Ernest me mira y dice: - ¿Y tu recluta, eres muy callado?, ¿Comó te llamas?-
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Me despierto sobresaltado en el asiento, fuera la Cobra de Jameson sigue en el mismo lugar. Estos sueños son tan reales que parecen recuerdos de otras vidas. Me despido de Jameson y parto camino de Maia.